ANDRÉS ÁLVAREZ ILZARBE nació en Pamplona en 1954. Afincado en Salamanca, su pasión por la escultura y su gran capacidad de trabajo quedan reflejadas en las veinticinco exposiciones individuales y más de cuarenta exposiciones colectivas realizadas en diversas ciudades de España y Portugal desde 1990.
Su material de trabajo es la madera, que domina en sus más íntimos detalles y utiliza con prodigalidad, apurando todas sus posibilidades expresivas. Del haya al roble, pasando por el cerezo, el aliso, el cedro, el fresno, el abedul o el tejo, hasta dos docenas de especies, solas o combinadas con acrílico, hierro, óleo, pizarra; también bronce. El resultado es una obra que, por su temática y dimensiones, por sus líneas, planos y volúmenes gratos a la luz y los contrastes, hacen de su contemplación un goce estético sugerente.
Esculturas nacidas de la maestría y la aguda capacidad de observación de la realidad y su incesante movimiento, hasta en sus aspectos más nimios, los rotos, las arrugas, los desechos; con vocación de testigo de su tiempo, que sabe saldar cuentas con mitos y obsesiones.
Figuran en varios edificios singulares de Salamanca, como el Museo de la Automoción, el edificio San Boal, el Convento de San Esteban y el Monumento a Ramos Andrade en Navasfrías, así como en la iglesia de San Esteban, en Gorraiz, Navarra, y la Basílica de Santo Domingo de Caleruega, Burgos.
También forman parte de las colecciones de la Junta de Castilla y León, Diputación de Salamanca, Ayuntamiento de Pamplona, LaCaixa, IberCaja, Museo Tiflológico de Madrid (ONCE) y Museo de Arte Contemporáneo de Cifuentes.
ENGLISH VERSION
ANDRÉS ALVAREZ ILZARBE was born in Pamplona in 1954. Settled in Salamanca, his passion for sculpture and great working capacity are reflected in twenty five solo and more than forty collective exhibitions all along a number of cities in Spain and Portugal since 1990.
Mastering it in its more intimate details by means of a long and generous use, pushing it to the maximum of its expressive power, wood supplies the source material he works with. From beech to oak through cherry tree, alder, cedar, ash, birch or yew until a dozen of species, sometimes in combination with acrylic, iron, oil, slate and bronze, too. The result is a whole work which, because of its themes and dimensions, due to light and contrast friendly lines, planes and volumes, makes for a suggesting aesthetic enjoyment.
Sculptures born from mastery and keen observation ability of reality and its restless movement, even though the slightest aspects such as broken items, wrinkles, waste; with a calling of being witness of his own time, one who knows how to come to terms both with myths and obsessions.
You can see them in a number of buildings around Salamanca such as the Museo de la Automoción, San Boal building, Convento de San Esteban and Monumento a Ramos Andrade in Navasfrías, as well as in church of San Esteban, Gorraiz, Navarra, and the Basílica de Santo Domingo, Caleruega, Burgos.
You can find them too as part of the collections owned by the Junta de Castilla y León, Diputación de Salamanca, Ayuntamiento de Pamplona, LaCaixa, IberCaja, Museo Tiflológico de Madrid (ONCE) and the Museo de Arte Contemporáneo in Cifuentes.